domingo, 23 de mayo de 2010

El Problema es elegir en Carlos Keen...

Si planean visitar Carlos Keen tienen que saber que el problema es elegir y eso no siempre es una cosa sencilla sobre todo cuando esas decisiones se debaten con otra persona, y si esas personas tienen sexo opuesto peor, con lo cual, por las dudas vayan preparados…


Carlos Keen es un pueblo con aproximadamente 500 habitantes ubicado a 80kms de Capital. Para llegar a él hay que tomar Acceso Oeste y salir en el Km 72 donde tomamos, por unos 10 km más, el acceso a Carlos Keen, una ruta totalmente nueva, directa y con poco tránsito un sábado por la mañana.

Como tantos otros pueblos, ya nos tenemos que acostumbrar, Carlos Keen tuvo que buscar la manera de resurgir una vez que dejo de funcionar el Ferrocarril, y dado su gente emprendedora comenzaron a trabajar en la idea de un “Pueblo Gastronómico”.

Lo primero que observamos en este pequeño pueblo es el predio donde funcionaba el Ferrocarril con dos construcciones históricas, es así como se ven todas estas cuadras que rodean el predio, construcciones en ladrillo, clásicas, antiguas, con algo de falta de mantenimiento que lo hace aún más lindo, sobre todo los restaurantes que nos da la sensación de que la comida será casera y abundante. Es como estar detenido en el tiempo.




Llegamos alrededor de la una, con lo cual, fuimos directo a nuestro lugar escogido y reservado el día anterior (recomendable) LA CASONA DE CARLOS KEEN uno de los restaurantes más antiguos del lugar.
Muchas mesas y no tanta gente (El clima no acompañaba).Decidimos sentarnos en el fondo junto al Hogar. Al instante nos atendieron explicando de qué se trata el menú fijo, $70 por persona sin bebida que incluye:
-Picada.
-Empanada (Aguante La esquina de Magdalena)
-Plato principal: Asado o Vacio o Cordero con papas u ensalada o Pastas.
Para probar todo elegimos una opción de Vacío y aceptar la recomendación por los ravioles de Salmon.
No comimos muy bien, es más comimos regular, la atención mediocre, una pena porque el leverbush casero de la picada y la ambientación de lugar generaron muchas expectativas además habiendo tantos lugares para elegir….


Después de comer recorrimos un poco la estación de tren, visitamos la iglesia, Villa Ruiz, un pueblo vecino y tomamos varias fotos, nos dirigimos a “Mirando al Sur” un lugar de venta de productos artesanales, donde lo mas importante es la producción de Hongos comestibles llamados “Girgolas” nos atendieron muy bien y nos explicaron al detalle todo el proceso, por supuesto ya las probamos, un 10.



Luego nos sentamos a tomar un café y comer un pastelito en La Amelia, este es el lugar que quiero probar la próxima. La ambientación cálida, bien mantenido, y muebles antiguos por todos lados. Charlamos un rato largo con Nicolás que nos atendió de maravillas y nos conto mucho sobre la historia de Carlos Keen sobre todo sobre la señora Noideé que posee una jardín botánico donde se puede tomar el té y quien lucho mucho para poder dar un nuevo rumbo al pueblo.



Ya al atardecer decidimos pasar una noche en este diminuto pueblo, nos alojamos en el Restautant /Posada “La Posada del Fuego“ un restaurant no tan de campo con detalles de calidad, una cocina mas especializada, una atención cálida y dos habitaciones para alquilar, tomamos una $90 por persona con desayuno.

Al llegar de tanto recorrido Julian nos invito con un chocolate caliente y budín de mandarinas una cosa más rica que la otra. Por la noche preparó unas pizzas al horno de barro buenísimas.


Al otro día se caía el mundo, con lo cual luego del desayuno retornamos, pasamos por Delicias de Carlos Keen para comprar el salmin de campo, estaba cerrado. Por suerte conseguimos sobre la ruta al salir de lujan.


Realmente la pasamos bárbaro, descansamos, conocimos gente, nos contaron historias. Visiten Carlos Keen que independientemente del lugar que elijan para comer la van a pasar muy bien.

Parece que uno elijio primero....




Porque Carlos Keen?: Esta cerca, trasmite paz y nos permite desconectarnos rápidamente.
Con quien?: Con alguien con quien les guste charlar.
Cuando?: Sábados, Domingos y Feriados medio día, con sol y no mucho calor



Datos sobre restaurantes en Carlos Keen


Recomendamos:
La Amelia: (02323) 440185 Reservas de 17 a 21hs
La Posada del Fuego: (02323) – 428376 (11) 15-3073-1534


5 comentarios:

  1. Que lindo pueblo parece! Igual quedé muy tentado con las empanadas de Magdalena...
    Un pedido: sé que no es tu etapa, pero te pido que prestes atención y nos comentes si los lugares que visitás tienen algún lugar destinado a que los niños puedan jugar un rato después de haber comido...(con unas hamacas o una calesita a veces alcanza y sobra eh!!) Bueno, te felicito por el blog y me encantan las fotos!!! PD: Lo de ir por los pueblos...no será una excusa para alejarte de San Isidro, no?? JAJAJAJAJ Abrazo gigante. Diego.

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  2. Muy buenas las historias de los Pells!! la próxima inviten. La Chela y Maru.

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  3. Con JULIAN el encargado de LA POSADA DEL FUEGO (foto arriba) tuvimos una experiencia lamentable debido a su pésima atención cuando le reclamamos por un acompañamiento de papas rusticas CRUDAS. Su respuesta ante nuestro reclamo dejo mucho que desear. Una experiencia triste. Si alguien pasa por Carlos Keen POR FAVOR NO ENTRE EN LA POSADA DEL FUEGO.

    JULIAN espero que te enteres de estos mensajes y te des cuenta que no podes tratar impunemente a los clientes sin que pagues las consecuencias. Si ves que van a otros restaurantes ya sabes por qué es.

    Saludos,
    Marcos

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  4. Fui con mi familia a almorzar hace 15 días en La Posada del Fuego y realmente quedamos muy decepcionados ( a pesar de que el lugar es muy pintoresco). Nos tentamos con la comida al horno de barro entonces pedimos de entrada cuatro empanadas y una pizza. Las empanadas eran del tamaño de las de copetín (chiquitas y a $7 cada una; en cualquier restaurant una empanada tamaño normal cuesta como mucho $5), y la pizza de muzzarella (a $39) cuando la trajeron era rectangular aproximadamente de 10 x 20 cm y tenía 3 porciones; ni en la carta del menú ni la camarera avisaban que la pizza era de esas dimensiones o sea individual. Nos sentimos estafados y engañados. Con estas actitudes mediocres estos lugares solo logran que la gente no regrese. ¡Con razón era el único restaurant en el que no había cola de personas para entrar!!!

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